Ante todo tenía que comunicar de manera objetiva y clara las nuevas modalidades que se introducían en el evento. Por ello, el estilo de ilustración plano, moderno, con sombras y texturas así como la elección de la gama de colores respondían a la necesidad de causar un gran impacto visual por el alto contraste de tonos y figuras planas, atraer miradas e incitar a la participación en la carrera.
También incluí detalles en el paisaje que hacían referencia a la Villa de Rascafría y su entorno. El cartel gusto mucho y el resultado fue una alta participación en la carrera de San Silvestre 2018.
Tengo que agradecer la confianza que depositaron en mi trabajo y la libertad creativa desde el primer momento.